El confinamiento que estamos viviendo causado por el covid-19 es totalmente novedoso para nosotros y no elegido. Aunque quedarnos en casa nos ayuda a estar a salvo, protegernos y proteger, es bueno reflexionar desde el punto de vista psicológico, qué papel tienen nuestras emociones en este periodo de cuarentena.
Convivimos con una creencia muy extendida y pensamos que las emociones se dividen en dos grupos: positivas y negativas; emociones que nos hacen sentir bien y que por lo tanto deseamos tener, y emociones que nos producen malestar y como consecuencia deseamos eliminar o huir de ellas.
Ahora bien, imagina un puzzle compuesto por piezas positivas y negativas, ¿qué ocurriría si tratases de deshacerte de aquellas piezas que consideras negativas?. La respuesta es que el puzzle se quedaría incompleto, y por este motivo, como psicólogos entendemos que es mucho más beneficioso ser consciente y entender qué papel tienen esas piezas, para así poder integrarlas y que todas convivan en armonía. Esto mismo ocurre con las emociones negativas, en muchas ocasiones luchamos contra ellas, nos generan ansiedad, deseamos no sentirnos mal y pasamos por alto la función que tienen o el mensaje que tratan de enviarnos.
En psicología todas las emociones son normales, esenciales y contribuyen a nuestro desarrollo. Por ejemplo, el miedo nos ayuda a identificar y protegernos de las situaciones de peligro. La tristeza nos permite la adaptación a una pérdida bien sea duradera, por ejemplo por el fallecimiento de un ser querido, o temporal, por el cambio de trabajo, ruptura de pareja, etc. Incluso la ira bien canalizada nos ayuda a recuperar el control perdido sobre una situación para así poder cambiarla. Por lo tanto, las emociones nos informan de que hay algo que está ocurriendo y que debemos atender, siendo muy importante pararnos a escucharlas. Es necesario vivirlas, entenderlas y aceptarlas para aprender a manejarlas.
Psicológicamente es normal que deseemos sentirnos bien, de hecho, es muy importante y sano identificar aquellas situaciones y acciones que nos producen bienestar para así seguir potenciándolas. No obstante, sentir cosas no agradables nos permiten crecer y madurar como personas. No hay emociones negativas, lo negativo es no darnos permiso para sentirlas y expresarlas.
En este tiempo de aislamiento queremos enviarte un mensaje de apoyo y esperanza desde nuestro centro de psicólogos en Málaga, y aprovechamos para recordarte que nuestros psicólogos online siguen estando a tu disposición para ayudarte en lo que necesites.